Estaba impaciente porque llegara la hora del partido, y pensé: “hoy voy a ser reportero por un día”.
Cogí la cámara y me dirigí al campo de Mestalla dispuesto a realizar varias fotos a la vez que veía la victoria del Valencia. Tras un comienzo de partido, en el que el Sevilla apretaba y marcaba, pensé que este partido sería mas dificil de lo que pensaba. Pero una vez que Adriano nos hizo un regalito y se autoexpulsó, las cosas cambiaron, el equipo cambió, y el Valencia pasó a ser su mejor versión.
Tras el penalti sobre Mata empezamos a ver que este partido no se podía perder, y tras muchas ocasiones perdidas llegó el otro regalito de la mano (y nunca mejor dicho) de Navarro, despues el Sevilla quiso pero no pudo y al final llegó el tercero obra del genial Pablo".
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